martes, 13 de noviembre de 2012

Mitos más famosos


Atlas

El titán Atlas era hijo de Japeto y de la ninfa Climene. Después de que los titanes se hubiesen puesto a disposición de Zeus y sus hermanos, Atlas no fue hecho prisionero en el mundo de los muertos como el resto de ellos. Zeus le infligió un castigo especial que consistió en cargar con el arco del cielo sobre sus hombros. Atlas llevó a cabo la tarea en el rincón más occidental que los griegos conocían y que se situaría cerca del estrecho de Gibraltar.
Heracles visitó a Atlas en uno de sus Doce Trabajos para recoger las manzanas de oro de las Hespérides. Gaya, la diosa de la tierra, le había dado las manzanas a Hera cuando se casó con Zeus y ésta a su vez se las entregó a las Hespérides, hijas de Atlas, para que las guardasen en un bello jardín que estaba protegido por el dragón Ladón. Atlas le puso una condición a su visita.
Para evitarle el problema de luchar con el dragón, iría él mismo hasta eljardín mientras Heracles le sostenía el arco del firmamento.
Afortunadamente, Heracles era lo suficientemente fuerte y Atlas pudo llegar al jardín. Cuando regresó con las manzanas, le sugirió que podría ir él a entregárselas a Eurystheus (Euristeo), jefe de Heracles, mientras el héroe seguía sosteniendo el arco un poco más.
HeracIes fingió estar de acuerdo con la idea, pero le pidió a Atlas que tomase el arco un momento para poder ponerse un almohadón sobre sus hombros doloridos. Atlas accedió y así HeracIes pudo huir con las manzanas, provocando el lamento eterno del primero ante tan pesada carga.
Ovidio describe cómo Perseo, hijo de Zeus como HeracIes, visitó a Atlas. Perseo le pidió pasar la noche con él, a lo que aquél se negó, recordando un oráculo que en cierta ocasión le había dicho que un hijo de Zeus llegaría para robarle las manzanas de sus hijas -probablemente se refería a HeracIes-. Atlas amenazó a Perseo y éste utilizó la cabeza de Medusa (ver Gorgonas, Las y Perseo) para convertirle en montaña de piedra, la cadena del Atlas en Marruecos. Esta versión ofrece la contradicción de que Perseo visitase a Atlas antes que HeracIes y que éste luego no le encontrase convertido en montaña, sino aún como titán.

Medusa

En la mitología Griega Medusa era parte de las gorgonas pero la única mortal y a comparacion de sus hermanas ella era muy hermosa.
Poseidon al ver se enamoro de ella y la sedujo o violo (en otras versiones) en un templo de Atena. Como ambos dioses eran rivales. Cuando Atena descubrió lo que paso en su templo decidió castigar a Medusa. La transformo de manera que fuera igual a sus dos hermanas Esteno y Euríale que eran despiadados monstruos de manos metálicas, colmillos afilados y cabellera de serpientes venenosas vivas y, si miraban directamente a alguien a los ojos, al momento le dejaban petrificadas. (Otra versiones, dice que fue Afrodita quien, celosa de su cabellera, la cambió por serpientes). Fue desterrada a las tierras hiperbóreas.
Medusa quedo embarazada de Poseidon y al percatarse de esto Atenea le ordeno a Perseo que la asesinara y el la decapito con la ayuda de Atena y Hermes, de la sangre que cayó al suelo o en otras versiones que dicen, que fue de su cabello broto su descendencia, el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor. Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda, matar a Polidectes y, en algunas versiones, petrificar al titán Atlas. Después se la ofreció a Atenea, quien la colocó en su escudo, la égida.

Sísifo


Fue uno de los personajes más astutos de la mitología griega, existiendo un nutrido grupo de leyendas que hablan sobre él. Sísifo era hijo de Eolo y Enáreta. Reinaba en la ciudad de Corinto, que había sido fundada por él, aunque con el nombre de Éfira. Rodeó toda la ciudad con grandes murallas para obligar a los viajeros a pagarle abundantes tributos cuando pasaban por allí. Su gran inteligencia le sirvió para obtener múltiples beneficios en todos los aspectos de la vida, pero la falta de ética de algunos de sus actos, le valió, en determinados momentos y circunstancias, la consideración de ladrón o malechor.
Sísifo tenía un vecino envidioso que, una vez robó sus rebaños llamado Autólico. Sísifo nada pudo hacer en ese momento para recuperar sus reses, pero, cuando tiempo después, volvió a sufrir la desaparición de parte de su ganado acudió a Autólico acusándole de ladrón y demostrando la fechoría cometida porque entre los rebaños de Autólico se veían muchas ovejas con la leyenda "me ha robado Autólico" grabada en las pezuñas. Admirado Autólico de la listeza de Sísifo le entregó la mano de su hija Anticlea con el objetivo de tener descendencia tan astuta como él. Para ello, tuvo que detener la boda que al día siguiente se celebraría entre Anticlea y Laertes, el que, hasta el momento, había sido su pretendiente. Como consecuencia de esta unión, que algunos autores consideran llevada a cabo sin boda de por medio, nació el magnánimo héroe Odiseo. No obstante, Sísifo también se casó con Mérope y tuvo cuatro hijos con ella: Glauco, Órnito, Tersandro y Halmo.
La muerte de Sísifo sobrevino a causa de un castigo divino, si bien, existen contradicciones sobre el detonante del mismo habiendo dos versiones diferentes. La primera de ellas indica que Sísifo, que se llevaba muy mal con su hermano Salmoneo, quiso matarlo y, para ello, consultó la forma más adecuada a Apolo, a través del oráculo de Delfos. El oráculo le dijo que lo que tendría que hacer era unirse carnalmente con Tiro, su sobrina, y darle muchos hijos. Tal mala intención, o, quizás, tal incesto, habrían provocado su muerte. La segunda tesis desarrollada, resulta de la siguiente forma: Zeus raptó una vez, como tantas otras, a la bella Egina, para poseerla. Buscándola, su padre, Asopo, pasó por Corinto donde intentó que Sísifo le ayudara a encontrarla o al menos, le indicase alguna pista para localizarla. Ante esto, Sísifo, que había visto a Zeus escapar con Egina, indicó a Asopo que le diría el nombre del raptor de su hija a cambio de que hiciese nacer una fuente en los reinos de Sísifo, y así fue (Asopo pudo hacer brotar el agua porque era un dios - río). Enojadísimo Zeus por tal acción condenó a Sísifo a la muerte, enviándole a Tánato. Sin embargo, el valiente y audaz Sísifo consiguió encadenarlo, logrando así, no sólo librarse de su propia defunción, sino evitando que, durante mucho tiempo, ningún hombre muriese. De nuevo tuvo que actuar Zeus para liberar a Tánato, recibiendo, por fin, Sísifo la sentencia de muerte.
A pesar de todo, y este hecho es ya común a las dos versiones narradas en el párrafo anterior, Sísifo aleccionó a su mujer para que cuando muriese no llevase a cabo los cortejos fúnebres. Su esposa así lo hizo y cuando Sísifo llegó al infierno se quejó a Hades de lo que había hecho su familia y le pidió que le concediera volver a la tierra para aleccionar a sus allegados sobre las exequias que debían llevar a cabo. Hades le concedió tal deseo a condición de que volviese pronto. Sin embargo, Sísifo, por otra parte divertidísimo ante la inocencia divina, se jactó en el mundo real de lo ocurrido, y, por supuesto, no volvió en mucho tiempo. Finalmente, Hermes, o, tal vez, Teseo, le devolvieron al inframundo donde se le condenó a un castigo cruel: debía subir un enorme peñasco a una alta cima del inframundo, y, cuando casi estaba a punto de lograrlo, volvía a caérsele y tenía que subirla de nuevo. Tal tarea sólo se detuvo durante el intento de Orfeo de recobrar el alma de Eurídice pero después continuó durante toda la eternidad.

Pandora

El mito de la caja de Pandora se inicia cuando Prometeo se atrevió a robar el fuego que portaba el dios Sol en su carro. Zeus furioso ordenó a diferentes dioses crear una mujer que pudiera seducir a cualquier hombre. Hefesto la creó con arcilla y le brindó formas sugerentes. Atenea la vistió elegante y Hermes le dio el don de seducir para que finalmente Zeus le dé vida y la mande a la casa de Prometeo.
Allí vivía junto a su hermano Epimeteo que a pesar de haber sido advertido de la venganza de Zeus aceptó la llegada de Pandora y se enamoró hasta tomarla por esposa. Pero Pandora traía con ella una caja con todos los males que puedan contaminar al mundo de desgracias. Uno de esos elementos era la esperanza, consuelo de quien sufre. Pandora presa de la curiosidad abrió la caja y así dejó escapar sin quererlo todos los males. Los bienes subieron hasta el Olimpo y junto a los dioses. La muchacha presa del pánico cerró la caja y quedó dentro la Esperanza, que era necesaria para superar todos los males.
Pandora corrió hacia los hombres para intentar consolarlos, hablándoles de la esperanza, explicándoles que siempre podrían acudir a ella ya que estaba bien guardada.

Dioses olímpicos


En la mitología griega, los dioses olímpicos son los principales dioses del panteón griego, que moraban en la cima del monte Olimpo, el más alto de Grecia. Hubo, en diferentes épocas, catorce dioses diferentes reconocidos como olímpicos, aunque nunca más de doce a la vez. De ahí que a veces se haga referencia a ellos como los doce olímpicos, también conocidos como Dodekatheon (en griego: Δωδεκάθεον < δώδεκα,1 dōdeka, "doce" + θεοί, theoi, "dioses").
Los doce olímpicos ganaron su supremacía en el mundo de los dioses después de que Zeus llevara a sus hermanos a la victoria en la guerra contra los Titanes.
Zeus, Hera, Poseidón, Deméter, Hestia, Hades, y Quirón (que no era un dios, sino un entrenador de los semidioses de los niños humanos de los dioses), eran hermanos.
Ares, Hermes, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, las Cárites, Heracles, Dioniso, Hebe, Perseo y Perséfone eran hijos de Zeus. Algunas versiones de los mitos declaran que Hefesto nació solo de Hera.
La primera referencia antigua de sus ceremonias religiosas se encuentra en el Himno homérico a Hermes. El culto griego de los doce olímpicos se remonta al siglo VI a. C. en Atenas y probablemente no tiene precedentes en la época micénica. El altar de los doce olímpicos en Atenas se fecha generalmente en el arcontado de Pisístrato el joven, en 522/521 a. C.
El concepto de "doce dioses" es más antiguo que cualquiera de nuestras fuentes griegas o romanas y es probable que su origen sea Anatolia.
Los seguidores de los dioses olímpicos, detalle de un bajorrelieve, sarcófago griego, c. 240 a. C. (Museo del Louvre).
Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Apolo y Artemisa son siempre considerados dioses olímpicos. Hestia, Deméter, Dioniso y Hades son los dioses variables que completaban la docena. Perséfone pasaba la tercera parte del año en el inframundo (provocando así el invierno) y se le permitía volver al Olimpo durante los restantes ocho meses para que pudiera estar con su madre, Deméter. Y, aunque Hades (mitología romana: Plutón) siempre fue uno de los principales dioses griegos, su morada en el mundo subterráneo de los muertos hacía su relación con los olímpicos más delicada. Por esta razón, generalmente incluido en esta lista. No tenía un asiento en el panteón ya que pasó casi todo su tiempo en el inframundo, en el que era el rey.
Heródoto incluyó en su Dodekatheon las deidades siguientes: Zeus, Hera, Poseidón, Hermes, Atenea, Apolo, Alfeo, Crono, Rea y las Cárites.  Heródoto también incluye a Heracles como uno de los doce.6 Luciano también incluye a Heracles y Asclepio como miembros de los doce, sin detallar qué dos tuvieron que ceder su sitio. En Cos, Heracles y Dioniso se añaden a los doce y Ares y Hefesto son olvidados. Sin embargo, Píndaro, Apolodoro8 y Heródoto discrepan con esto. Para ellos, Heracles no es uno de los doce dioses, sino el que estableció su culto. Hebe, Helios, Eros (también conocido como Cupido), Selene y Perséfone son otros importantes dioses y diosas que a veces se incluyen en un grupo de doce. Eros se representa a menudo junto a los otros doce, especialmente su madre Afrodita, pero rara vez es considerado como uno de los olímpicos.

Mitología griega


La mitología griega tiene varios rasgos distintivos. Los dioses griegos se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan también sentimientos humanos. A diferencia de otras religiones antiguas como el hinduismo o el judaísmo, la mitología griega no incluye revelaciones especiales o enseñanzas espirituales. Prácticas y creencias también varían ampliamente, sin una estructura formal — como una institución religiosa de gobierno — ni un código escrito, como un libro sagrado.
Principales dioses
Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olímpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y poderes, se movían con total libertad y formaban tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra.
Los doce dioses principales, habitualmente llamados Olímpicos, eran Zeus, Hera, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita, Hestia, Hermes, Deméter y Poseidón.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Vestuario Griego


Era bastante sencilla, al principio influida por oriente, consistente en un chitón (túnica larga, a veces hasta los tobillos, en ocasiones ceremoniales, sujeta por un cinturón, y en los hombros por una fíbula) y un himatión (capa que se envolvía al cuerpo, hecha de una sola pieza de tela, sujeta en ciertas ocasiones con una esclavina o clámide) que servían indistintamente para hombres y mujeres.
En el caso de hombres que lucían túnicas más cortas, completaban su atuendo con un manto corto y sin mangas, llamado palio.
Marcaban como en casi todas las culturas diferencias de clase, ya que los campesinos vestían generalmente ropas de lana, cuero o pieles de animales, y un gorro del mismo material (kyné).
Con lino, lana y pieles, resolvían estas cuestiones de vestuario, que aparentemente incluían además, como lo demuestran la decoración de vasos, pantalones que usaban los guerreros, y especies de camisetas, llamadas jalecos.
El pilos cubría la cabeza con forma de bonete, usado por lo general por los artesanos y esclavos, y el petaso, lo hacía por medio de un sombrero con grandes alas.
Al principio, hombres y mujeres lucían largas cabelleras, pero luego de las guerras médicas los hombres adultos comenzaron a cortar sus cabellos.
Las damas griegas usaban los chitones ajustados hasta el talle, pero se hacían amplios en la falda, a través de pliegues, y decoraban sus atavíos mediante joyas. Resaltaban su figura con un cinturón y remarcaban su busto con un strophion.
En la cultura doria predominó la lana, mientras el lino fue característico de la jonia. Las espartanas usaban el peplo, prenda rectangular confeccionada en lana, sostenido solamente por los hombros y abierto en sus costados. La diferencias en Esparta fueron marcadas. La mujer tenía muchas más libertades que en el resto del mundo heleno. Mostraban sus piernas hasta los muslos, dignos de visualizar ya que estaban torneados en competencias deportivas, a las que asistían igual que los varones. Esta vestimenta las hacía ser fuente de bromas por parte de los atenienses.
El calzado unisex era de sandalias, o sea, un trozo de suela, sostenido a los tobillos, con tiras.
La vestimenta de los guerreros tenía un fin protector, en las batallas cuerpo a cuerpo. Los hoplitas se protegían con cascos, pesados escudos, sus torsos con corazas metálicas y las piernas se resguardaban con cnémides de bronce. La caballería en lugar de Cnémides usaba polainas de cuero, igual material que se usaba para el jubón y las hombreras. El pecho se protegía con discos de bronce.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Historia de Grecia


La historia de Grecia es una de las más tempranamente documentadas y estudiadas. Existen fuentes escritas desde el segundo milenio a. C.1 En la Antigüedad, Grecia fue una de las regiones con mayor desarrollo tecnológico en Occidente y era poseedora de una rica tradición cultural. Fue famosa por sus conocimientos científicos, sus pensadores y escritores, su arte y sus templos.

El país que actualmente se denomina Grecia se conocía antiguamente como Hélade, pero no formaba un estado centralizado y políticamente estaba fragmentado en numerosas polis o ciudades estado independientes entre sí, que unas veces se aliaban y otras se enfrentaban en guerras sangrientas.

La civilización griega tuvo un fuerte desarrollo en el campo filosófico. Se la suele llamar "la cuna de la civilización occidental" ya que sus grandes pensadores fueron los que desarrollaron los primeros conceptos de "átomo" (sin división) y su arte, sencillo, se caracterizó por la construcción de templos con grandes pilares y techos triangulares; en la música destacaron sus danzas folclóricas y sus cantos se ejecutaban todos los días en todas sus actividades.

Entre los monumentos más famosos de esta antigua civilización se encuentran, entre otros, el Partenón, el teatro de Epidauro y el Mausoleo de Halicarnaso.